dijous, 1 de març del 2012

Ir caminando

Ir caminando por la calle y encontrarse con una cara conocida, ir caminando y toparse con un rostro familiar, que te recuerda a algo, pero del que estás seguro que nunca has visto. Ir caminando por la calle y ver a alguien por primera vez que se parece mucho a ti, que guarda algo tuyo, que te trasmite un no sabes que especial, pero que se marcha sin más. Ir caminando y respirar. Ir caminando y respirar muy fuerte: succionar tubos de escape hasta sangrar. Rostros que se pierden, resto de mar. Sensaciones que se desvanecen, caras que se parecen. Gente muy igual. Gente con caras: dos ojos y una boca muy similar. Unos rostros que trasmiten la misma forma, la misma energía gris o azul o... a canción de jazz. Una infinita cadena de rostros que desaparecen: máscaras de carnaval. Festival de narices, mocos y cicatrices. Un hombre pide que le den dinero, nadie le hace caso, nadie le responde. Yo camino por la calle, le miro, pero no tiene cara, la vendió ayer para dar de comer a sus hijos. Le doy mi rostro, aunque me guardo los ojos, prefiero ver lo triste que es todo esto, la mierda que me rodea: color a paloma vieja; lo prefiero a seguir indiferente. Sigo caminando, porque aunque no tenga voz, me queda la palabra escrita, único salvavidas de verdad. 

J.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada